Con la llegada del nuevo año llegan los nuevos propósitos: estudiar inglés, sacarse el carnet de conducir, apuntarse al gimnasio… Pero con la mente puesta ya en los próximos meses surge un propósito al que recurrimos año tras año: “quiero adelgazar”. Las revistas nos recuerdan que pronto olvidaremos los abrigos para pasar a las chaquetas, y que los pantalones y botas altas serán substituidas por faldas y zapatos de tacón. Empieza la puesta a punto.
Para conseguir bajar de peso a menudo buscamos una solución que nos implique un esfuerzo mínimo para obtener un máximo resultado y en un tiempo record. Es entonces cuando recurrimos a dietas milagrosas para perder peso y a productos con mucho nombre en el mundo de la publicidad, pero de dudosa eficacia, con el único objetivo de adelgazar ya. Pero ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Cómo debemos comer para bajar de peso?
Hay muchas dietas que suenan mucho hoy en día, como puede ser la dieta dukan. Por otro lado, también se habla de productos mágicos como la l-carnitina o remedios caseros que hacen bajar la grasa corporal pero que no son la solución para adelgazar. Diferente es el caso de las dietas (como las anteriormente mencionadas) en las que si seguimos todo su procedimiento durante un largo plazo de tiempo sí veremos los resultados deseados, aunque han sido muy criticadas por motivos de diversa índole. En algunas de estas dietas se exige tomar unos batidos y alimentos fabricados por la propia casa de la dieta y durante un cierto tiempo deberemos únicamente tomar esos batidos, pero ¿es necesario llegar a esos extremos para perder peso? La respuesta es NO. Si llevamos una buena alimentación y una correcta nutrición no es necesario hacer estas dietas tan radicales. Una buena dieta para bajar de peso debería tener (a modo genérico) las siguientes características:
- Estar compuesta de un 60% carbohidratos (nuestra principal fuente de energía), un 20% proteínas (juega un importante papel estructural en el organismo) y un 20% grasas (importante papel como aislante térmico y fuente de energía).
- La alimentación para la dieta debe de ser variada, no se debe abusar de un solo alimento. Se deber de tomar fruta, verdura, pescado, carne, legumbres, etc.
- Realizar un mínimo de 5 comidas diarias ligeras con un margen entre comida y comida de entre 3 y 4 horas. Esto evitará que lleguemos hambrientos a la siguiente comida y cometamos excesos que el cuerpo no pueda asimilar.
- Beber entre 3 y 4 litros de agua diarios.
- Evitar alimentos que contengan un elevado porcentaje de grasas saturadas, salsas, bollería, etc.
Todo el mundo puede seguir una buena alimentación siguiendo estos principios básicos sin necesidad de dietas especiales. Sí que es cierto que una dieta adaptada realizada por un profesional será más específica y por lo tanto más efectiva, pero lo más importante de seguir una buena alimentación es hacerla. Con esto que quiero decir que lo más importante para conseguir un propósito es tener constancia, sin continuidad no importa que realicemos la dieta dukan o la nuestra propia, no conseguiremos resultados. Mucha gente se dedica a hacer dieta un par de meses de su vida, en los que consiguen bajar de peso, pero cuando la dejan vuelven a estar como al principio en pocas semanas. El problema está en los hábitos, si no cambiamos nuestros hábitos no cambiaremos nuestro cuerpo, si hacemos lo mismo de siempre estaremos como siempre, si queremos un cambios deberemos de cambiar conductas y rutinas, algo que nos cuesta mucho. Muchos clientes cuando les explico esto me preguntan: “¿Pero cuánto tiempo tengo he de seguir esta dieta?, ¿Cuándo podré volver a comer normal?”. Cuando lo que entienden por normal es lo que les hace estar obesos, yo les respondo que nunca volverán a comer como antes, pues se acostumbrarán a comer bien y cuando vuelvan a comer lo que ellos entienden por “normal” volverán a estar como estaban.
Si queremos tener un cuerpo nuevo necesitamos nuevos hábitos y mantenerlos. Recordad una frase: somos lo que comemos.